RESICO NO LOGRA SUMAR A CONTRIBUYENTES

SAT

Este régimen tenía como objetivo incrementar el padrón de contribuyentes, sin embargo, al cierre del 2022, sólo había incorporado al 26.4% de las personas físicas y al 8.9% de empresas objetivo.

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha buscado ampliar su base de contribuyentes para generar más ingresos en un momento en que el gasto público del país está en aumento. Aunque se esperaba que el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO) fuera la respuesta a este problema, parece que este programa no ha cumplido con sus metas a más de un año de su lanzamiento.

Se queda corto a expectativas

Al cierre del 2022, el RESICO solo logró alcanzar al 8.9% de las empresas objetivo del SAT y al 26.4% de las personas físicas. Estos números son un aumento minúsculo con respecto a los contribuyentes en el primer trimestre del año pasado, que eran del 8.1% y del 22.8%, respectivamente.

A pesar de que el nuevo régimen se diseñó para ser un método simplificado y eficaz para calcular las contribuciones que se deben pagar, el programa no ha logrado aumentar la base tributaria de la manera que se esperaba.

Además, el padrón de contribuyentes en general solo creció un 1,86% en 2022, lo que marca el segundo aumento más bajo en 12 años, solo por encima del crecimiento del 1.23% en 2021.

Se estimó que el RESICO aumentaría la cantidad de personas físicas que pagan impuestos a 10.2 millones, pero solo ha incorporado a 2.69 millones hasta la fecha. En cuanto a las personas morales, el objetivo era alcanzar los 2.1 millones, pero solo se llegó a 186,348.

Falla estrategia de difusión

El RESICO fue una solución alternativa a una reforma fiscal progresiva que habría aumentado los ingresos fiscales, pero parece que este programa no ha tenido el impacto que se esperaba.

Aunque expertos creen que el nuevo régimen tiene el potencial de ampliar la base de contribuyentes, se necesita una mejor estrategia para difundir y promover el programa entre la población en general.

Con una de las tasas de recaudación más bajas de América Latina, México necesita aumentar su base tributaria para financiar sus programas sociales, infraestructura y otros servicios esenciales.