¿QUÉ PASA SI LAS PERSONAS MORALES NO HACEN SU DECLARACIÓN ANUAL?


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Múltiples y diversas consecuencias trae consigo a las personas morales no hacer la declaración anual de impuestos este 31 de marzo.

No cumplir con su declaración anual de impuestos este próximo 31 de marzo, fecha límite para hacerlo, puede acarrear múltiples y diversas consecuencias legales y económicas importantes a las personas morales (empresas), que van desde multas hasta recargos por el tiempo transcurrido, recordó el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

La declaración anual es un reporte fiscal en el que las personas morales deben reportar sus gastos e ingresos del año fiscal anterior, por lo que no solo es fundamental para cumplir con la ley, sino también para evitar consecuencias con el SAT, que pueden afectar tanto las finanzas de la empresa como su historial fiscal.

Esto es lo que debes hacer para no ser sancionado

Si las personas morales no quieren verse afectadas por las múltiples consecuencias que puede traerles no cumplir en tiempo y forma con la declaración anual de impuestos, lo primero que tienen que hacer es cumplir con el SAT en el plazo establecido, antes del 31 de marzo, para evitar recargos, multas y otros problemas legales.

Ah, pero eso no es todo, pues también deben verificar la información precargada, como los pagos provisionales presentados y pagados durante el año, la PTU pagada, las retenciones de ISR y otros datos importantes, además de utilizar su firma electrónica (e.firma), que les da acceso a un servicio de banca electrónica para hacer el pago por transferencia electrónica.

Esto pasa si las personas morales no hacen su declaración

Las consecuencias para las personas morales al no presentar su declaración anual ante el SAT antes del 31 de marzo van desde multas que pueden variar dependiendo de su situación, pero generalmente oscilan entre los mil 500 y 30 mil pesos, además de recargos que se calculan sobre el monto que se debió haber pagado.

El no presentar dicho trámite también aumenta el riesgo de una auditoría fiscal, proceso que puede ser largo y complejo y generar más sanciones e impuestos adicionales, así como afectar su historial fiscal clave para solicitar financiamiento o créditos, así como la inhabilitación para deducción de impuestos, que puede resultar en una carga fiscal más alta pues estas permiten a las empresas reducir el monto total que deben pagar.

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