La pensión bajo las modalidades 10 y 40 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es una opción crucial para quienes buscan optimizar sus beneficios de jubilación. Cada modalidad tiene características específicas que pueden adaptarse a diferentes etapas laborales y objetivos financieros.

Modalidad 10: Régimen Obligatorio del IMSS

• Aplica a trabajadores que cotizan a través de un empleo formal.
• Las aportaciones son realizadas por el trabajador, el patrón y el gobierno.
• Incluye prestaciones como atención médica, incapacidades y ahorro para el retiro.
• La pensión se calcula con base en el salario promedio de los últimos cinco años y las semanas cotizadas.

Modalidad 40: Continuación Voluntaria en el Régimen Obligatorio

• Dirigida a quienes han dejado de trabajar pero desean seguir cotizando al IMSS.
• Solo cubre retiro, cesantía y vejez, excluyendo servicios médicos.
• Permite elegir un salario base de cotización más alto (hasta 25 UMAs) para incrementar el monto de la pensión.
• Ideal para maximizar tu pensión si estás cerca del retiro.

¿Qué modalidad te conviene más?

• Si trabajas formalmente, la Modalidad 10 te permite seguir acumulando semanas y prestaciones.
• Si has dejado de trabajar y deseas maximizar tu pensión, la Modalidad 40 puede ser la mejor opción.

Motivos para obtener una pensión

La pensión es una prestación que protege al trabajador en caso de accidente, enfermedad o al alcanzar la edad de retiro (60 años o más).

 La Modalidad 10 es ideal para trabajadores independientes que desean acceso a beneficios similares a los empleados formales, como servicios médicos y pensión por invalidez. Por otro lado, la Modalidad 40 permite mejorar el promedio salarial de los últimos cinco años y continuar cotizando después de dejar un empleo formal.