¿PARA QUE SIRVE FACTURAR TUS COMPRAS?
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Los efectos fiscales de las facturas ante el SAT por la compra de productos o pago de servicios pueden apoyarte en tus finanzas u obligarte a pagar más impuestos.
“¿Va a querer factura, joven?” una pregunta que escuchamos día a día al cargar gasolina, hacer compras y comer en restaurantes. Y si eres nuevo en el mundo del pago de impuestos posiblemente te preguntarás, ¿y para qué facturar?
Hay personas que están obligadas a facturar la mayoría de sus compras ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) con el objetivo de justificar sus gastos, además de que hay otras personas que facturan con el objetivo de que la declaración anual de impuestos, que realizan las personas morales en marzo y las físicas en abril, sea más ágil e incluso otorgue beneficios.
Si estás comenzando tu vida laboral o si en tu actual trabajo te pidieron facturar tus compras, es importante que comprendas los beneficios y las responsabilidades al hacerlo, para que sepas cuándo y dónde ‘sacarle jugo’ a la facturación.
¿Qué es una factura y para qué sirve?
Se trata de un documento en el que se registra una transacción, misma que puede ir desde las compras en el súper hasta el pago del enganche de un auto.
La empresa Clip explica que con la facturación, la autoridad fiscal, en este caso el SAT, reconoce los movimientos del dinero, así como el de los impuestos sobre las compras que realizas en tu día a día.
La factura contiene información fiscal importante, misma que tiene la suficiente validez del SAT en caso de que necesites justificar alguna compra, ingreso o gasto.
¿Factura o ticket? Estas son sus diferencias
La factura y el ticket son comprobantes de una transacción; sin embargo, el ticket contiene menos información que la factura, ya que este solo se limita a comprobar los pagos, mientras que una factura contiene datos como la homoclave de los involucrados en la compra.
El SAT explica que algunos de los datos fundamentales de las facturas son:
- Clave del Registro Federal del Contribuyente (RFC) de quien expide la factura.
- Régimen fiscal en el que tributen conforme la Ley del Impuesto sobre la Renta.
- Domicilio del local o establecimiento del que se expiden las facturas.
- Número de folio asignado por el SAT, así como sello digital de la dependencia.
- Sello digital del contribuyente al que expide la factura, es decir, tú.
- Lugar y fecha de expedición.
- Tu RFC.
- Tu nombre, denominación o razón.
- Tu régimen fiscal.
- Tu código postal.
- Uso del comprobante.
- Cantidad, unidad de medida y clase de los bienes, mercancías o descripción del servicio o del uso o goce que amparen.
- Valor unitario consignado en número.
- Importe total de la transacción señalado en número o letra.
- Señalamiento de cómo se cubrirá la transacción, si en un pago o a plazos.
- En ciertos casos, monto de los impuestos trasladados, desglosados por tasa de impuesto y, en su caso, el monto de los impuestos retenidos.
- Forma de pago, ya sea efectivo, tarjeta, transferencia, cheque o cualquier otro.
- Número y fecha del documento aduanero en caso de importación.
¿Cuáles son los beneficios de facturar tus compras?
BBVA explica que en una factura “se constata físicamente que se ha realizado de forma legal y satisfactoria una operación entre dos partes”.
La validez que otorga una factura, de acuerdo con el SAT, sirve para algunos beneficios como:
- Hacer efectiva una garantía.
- Acreditar la propiedad del bien que compraste.
- Comprobar algún gasto como parte de algún presupuesto o para documentar cierta contabilidad.
Además, los efectos fiscales de la facturación son importantes, ya que estos influyen en tu declaración de impuestos, si es que debes declarar.
SAT: ¿Cómo facturar tus compras para deducir impuestos?
Esto aplica en el caso de ciertas compras únicamente. El SAT explica que los gastos que una persona física puede deducir al facturar son:
- Gastos médicos.
- Gastos funerarios.
- Donaciones.
- Colegiaturas.
- Aportaciones complementarias.
- Primas de seguros.
- Transporte escolar.
- Créditos hipotecarios.
- Cuentas para el ahorro.
Las facturas son fundamentales para comprobar estos gastos, y con ello poder deducirlos en tu declaración anual y obtener un saldo a favor, lo que se traduce a un dinero extra.
No facturar dichos gastos, de lo contrario, supondrá el pago de los impuestos sobre la renta sin ningún beneficio.