MONTO MÁXIMO DE REPARTO DE UTILIDADES 2024

SAT

Para repartir la utilidad, la empresa debe dividir el monto en dos partes iguales, de las cuales la primera se repartirá por igual entre todos los trabajadores.

El reparto de utilidades de las empresas entre sus empleados es uno de los derechos laborales que no sólo reconoce la Constitución en su artículo 123, sino que está reglamentado en la Ley Federal del Trabajo.

“Los trabajadores participarán en las utilidades de las empresas, de conformidad con el porcentaje que determine la Comisión Nacional para la Participación de los Trabajadores en las Utilidades de las Empresas”, señala el Artículo 117 de la LFT.

Ahora, el porcentaje de las utilidades que deben compartir las empresas lo determina la Comisión Nacional con base en estudios sobre las condiciones de la economía nacional.

Por su parte, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) señala que el monto de las utilidades para cada trabajador tendrá como límite máximo el equivalente a tres meses del salario, o en su caso, el promedio de la participación recibida en los últimos tres años.

Para repartir la utilidad, la empresa debe dividir el monto en dos partes iguales, de las cuales la primera se repartirá por igual entre todos los trabajadores, tomando en consideración el número de días trabajados por cada uno en el año, independientemente del monto de los salarios.

La segunda mitad se debe distribuir en proporción al monto de los salarios devengados por el trabajo prestado durante el año.

El SAT apunta que en cualquiera de los casos, se aplicará el monto que resulte más favorable para el trabajador.

La Secretaría de Hacienda expone que todas las personas que presten servicios a una empresa (persona moral) en calidad de personal subordinado, mediante el pago de un salario, tienen derecho a recibir una parte proporcional de las ganancias de la compañía.

Para conocer si el patrón declaró utilidades ante el SAT, se debe tener acceso a la copia de la declaración que éste entregó al representante de los trabajadores, ya sea al sindicato, o bien, a la mayoría de los trabajadores, dentro de los 10 días siguientes a la fecha de la presentación de la misma ante las autoridades tributarias.

Las empresas bajo el Régimen General o el Régimen Simplificado de Confianza de Personas Morales en México deben llevar a cabo la distribución de utilidades a sus trabajadores dentro de los 60 días posteriores a la fecha límite para la declaración del impuesto anual.

Dicho plazo se traduce en que la repartición debe efectuarse entre el 1 de abril y el 30 de mayo de cada año, conforme a las estipulaciones fiscales vigentes.

La normativa fiscal mexicana subraya la importancia de que los empleados reclamen sus participaciones de utilidades del año precedente en el periodo establecido.

De no hacerlo, el monto correspondiente a dichas utilidades no reclamadas se integra al total a distribuir en el siguiente ejercicio fiscal. Así, los trabajadores tienen hasta un año a partir del día siguiente al que surge el derecho para efectuar dicho reclamo.

Este mecanismo no solo garantiza la correcta repartición de beneficios conforme al esfuerzo y contribución de los empleados durante el año fiscal anterior, sino que también establece un marco que promueve la transparencia y el cumplimiento fiscal por parte de las corporaciones.

Este sistema busca fomentar una cultura de responsabilidad tanto en empleadores como empleados, subrayando la importancia de la participación en los rendimientos de la empresa de manera equitativa y regulada.

La participación de los trabajadores en las utilidades es un derecho constitucional en México, que busca asegurar una distribución justa de la riqueza generada, recompensando así el compromiso y dedicación de la fuerza laboral en el crecimiento y éxito de las empresas.